Silencio, Beso y Luna llena.(Miércoles Santo en Cuenca)

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Esta semana en la entrada del blog, vamos a posar nuestra mirada en la tarde-noche del Miércoles Santo en Cuenca, donde desfila por las calles de la ciudad la Procesión del Silencio, una de las más vistosas de la Semana Santa por la cantidad y el gran volumen de sus pasos.  Una de las cosas en las que me fijo y llaman mi atención cuando contemplo los desfiles procesionales, son los colores de los mismos. En esta en concreto destacan dos por encima de todos: el blanco de los capuces de los nazarenos y el verde de los olivos que integran los pasos. Seis de las siete Hermandades que componen el cortejo procesional (Venerable Hermandad de la Santa Cena.,Venerable Hermandad de Jesús Orando en el Huerto (de San Esteban).,Venerable Hermandad del Prendimiento de Jesús (Beso de Judas).,Venerable Hermandad Religioso-Benéfica de San Pedro Apostol.,Venerable Hermandad de la Negacion de San Pedro.,Venerable Hermandad del Santísimo Ecce-Homo (de San Miguel) y Venerable Hermandad de la Santísima Virgen de la Amargura con San Juan Apóstol.) visten el capuz de color blanco, como queriendo portar un pedacito de la luna llena que inunda el cielo de la noche conquense, iluminando así las vetustas calles por las que discurren. ¿Os imagináis que por el casco antiguo se atenuara la iluminación pública de las calles, y pudiéramos contemplar la procesión iluminada solamente, con la tenue luz de las velas…? Quiero recordar aquí el bello poema de don Luis Calvo Cortijo, pregonero de la Semana Santa en 1988, cerrando los ojos e imaginando el balanceo de los pasos al son las horquillas, con ese rumor sordo de tulipas y marchas procesionales de fondo….

“Sólo aquí es posible una

noche de capuces blancos como puñaladas

de luna fría poniendo gritos de silencio en el

Miércoles Santo: La noche blanca de Cuenca,

con el rescoldo aún del último sol que fue a

esconderse entre las pinadas para no robar ni

un solo destello al Cáliz de la Amargura.”

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También hacíamos mención antes al color verde, teniendo el olivo un papel clave en la Semana Santa de Cuenca a la hora de conmemorar la pasión de Jesucristo (inicio del periodo pascual en el Domingo de Ramos, y en el comienzo del sacrificio de Jesús representado en los pasos de la  Oración del Huerto, el Beso de Judas y en el San Pedro Apóstol). La integración en las andas de estos árboles milenarios, revelan unos conjuntos escultóricos espectaculares de gran volumen y peso, que llenan en algunos tramos del recorrido, la calle de pared a pared,  imprimiendo al paso característico con el que se desfila en Cuenca con los pasos al hombro, una vistosidad difícilmente superable. Cabe destacar la entrada majestuosa de la procesión en la Plaza Mayor, bailando las imágenes desde la anteplaza hasta los pies de la Catedral, destacando su paso bajo los arcos del Ayuntamiento, que contempla desde su atalaya privilegiada una Plaza rebosante, que espera ya la salida de la Santa Cena de la Basílica Catedral, y el descenso de los pasos ubicados en la Iglesia de San Pedro. Ver bajar unas imágenes tan grandes, por una calle tan estrecha y empinada como la de San Pedro, es otra de las cosas que merece la pena contemplar. Quiero hacer mención a una talla de gran belleza como es el Ecce Homo de San Miguel, esculpido por Collaut Valera en 1942, y a las imágenes de San Juan y la Virgen, esculpidas por Marco Pérez en el mismo año, a los que los conquenses profesan gran devoción.

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Quiero finalizar esta entrada, hablando de la Vble. Hermandad de El Prendimiento, a la que pertenece el autor de este blog y el que os escribe, y en la que se representa la traición sufrida por Jesús a través del beso de uno de los suyos. Un beso es la contraseña… Lo que tenemos cotidianamente por un gesto de cariño o amistad, se convierte aquí en el símbolo de la traición. La imagen de El Beso de Judas fue esculpida por el imaginero D. Luis Marco Pérez en 1942, situando a ambos bajo un olivo en el Huerto de Getsemaní. El escultor los representa de la forma tradicional, besando Judas a Jesús en la cara (cuando lo cierto es que el beso tendría que ser en la mano, pues era costumbre besar a los maestros en ella). Según el evangelista San Mateo:”Se acercó a Jesús… y le besó. Pero Jesús le contestó: “Amigo, ¿a qué vienes?”(Mt 26, 49-50). Contemplando el Beso de Judas, nos nace la amargura, la rabia…Un amigo es traicionado con un beso y esto nos indigna, y nos hace recordar besos nuestros parecidos. Al verlo desfilar el Miércoles Santo en Cuenca por sus angostas calles, algo se  mueve en nuestro interior, que nos invita a reflexionar mientras contemplamos la belleza del conjunto, magistralmente portado por 34 banceros,  que con su esfuerzo y buen hacer contribuyen a realzar la Semana Santa conquense, declarada de Interés Turístico Internacional en 1980. Hago esta mención aquí, ya que últimamente están proliferando este tipo de declaraciones, y lo único que se consigue así es devaluar este tipo de distinciones (en ningún caso desmerecer las que han sido así reconocidas).

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Espero que estas breves palabras, hayan evocado recuerdos y sensaciones a los que conocéis esta procesión o participáis en ella, y a los que no, deseo que por lo menos les haya despertado la inquietud de venir a nuestra ciudad a verla, y acompañarnos en esta Semana tan especial.

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