Entre lo que hace el hombre y lo que hace la naturaleza:

Hoy vamos a darnos un paseo desde la parte alta de la ciudad hasta una de las plazas más bellas del casco viejo. Una de las muchas rutas por Cuenca que uno puede hacer si viene a visitarla. Y me apetece enseñar esta ruta porque las cientos de veces que yo la he hecho he ido solo. Nadie pasa por allí, alguna vez me he encontrado a un turista varado sin rumbo y perdido que se volvía y no la terminaba. Hoy con fotos y texto os quiero enseñar rincones tranquilos, rodeados a la derecha por la naturaleza y a la izquierda por edificaciones hechas por el hombre en una buena parte de la ruta, trozos de Cuenca que no saben lo que es el sol, que solo conocen el sonido de los pájaros y el viento, sitios imposibles que son posibles en Cuenca. Así que vamos a ponernos en camino; hace solecito y el paseo se aventura muy agradable. Vamos al Castillo:

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De un Castillo hasta una la plaza de una Iglesia.

Esta no va a ser una de esas rutas por Cuenca que empiezan sin nada que enseñar. Vamos a empezar de una manera espectacular. Empezamos justo en el Arco de Bezudo y lo poco que queda del Castillo de Cuenca: Pues nos vamos a subir a el por las escaleras habilitadas al efecto. Una vez hayáis ascendido vaís a poder disfrutar de unas espectaculares vistas de 360 grados a toda la ciudad de cuenca: La Hoz del Huécar, con las Casas Colgadas al fondo y la Catedral, el popular Barrio del Castillo, El archivo histórico, el Convento de las Carmelitas, La Iglesia de San Pedro y la magnífica Hoz del Río Júcar, es por este camino por donde vamos a trazar nuestro paseo. Así que nos vamos a bajar de los restos del Castillo y vamos a empezar a bajar por la calle hasta la Plaza del Trabuco; justo donde se sitúa la Iglesia de San Pedro, justo a la derecha os vais a encontrar unas escaleras y un arco de piedra: Vamos a bajar a ver que hay…

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PAISAJE con mayúsculas:

Pues eso va a ser lo que os encontraréis al bajar el arco de la tabanqueta: Unas vistas espectaculares a la Hoz del Río Júcar. Cuando os asoméis vais a poder contemplar lo que el río Júcar ha ido labrando durante siglos y siglos; un hermoso precipicio adornada con rocas calizas talladas por el viento y el agua, el verde de los pinos serranos, el río turquesa al fondo…una maravilla. Pero no volváis a subir las escaleras, (lo hacen la mayoría de turistas que no conocen la variedad de rutas por Cuenca que se pueden hacer y disfrutar) vamos a seguir paseando por toda la Ronda del Júcar por ese pasillo empedrado y estrecho. Admirad las casas pintadas de colores alegres y que todavía conservan ese sabor medieval que Cuenca no ha perdido afortunadamente. Contemplad desde una estrecha callejuela la torre de la Iglesia de San Pedro, seguid andando hasta que os encontréis con una plazoleta de la cual ya os he hablado: El Mirador de Camilo José Cela o el “Arbolillo” como los conquenses lo llaman. Allí hay unos bancos donde podréis contemplar sin prisas tanto la Hoz del Júcar que nos acompaña todavía, y podréis observar la parta baja de la ciudad, con el Hospital de Santiago al fondo. Y, no os asustéis, pero…. ¡Alguien nos observa en la montaña de enfrente! son unos ojos pintados en la roca que hace que la montaña parezca que está viva. El arbolillo, lugar que muchos hemos usado en nuestra adolescencia para las primeras fiestas o “chusmas” como en Cuenca las llamamos. Ahora en este sitio se respira paz y sosiego, un sitio ideal para escuchar a tus pensamientos. Pero sigamos bajando la callejuela.

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Un rincón incomparable, un museo y una plaza maravillosa.

Cuando acaba la callejuela os encontraréis con unas escaleras y dos caminos que tomar: El de la derecha nos va a llevar a la Ermita de la Virgen de las Angustias o a la Calle Pilares, pero nosotros nos vamos a ir hacia la izquierda, a un rinconcito con bancos, con sombra casi todo el día, un rincón donde no se ve ni un alma ni se oye ni los maullidos de los gatos. Las dos últimas veces que pasé por allí me he encontrado al mismo hombre sentado en un banco leyendo su libro favorito, que gran elección de sitio para pasar un rato tranquilo haciendo lo que más te gusta. Una vez pasado este rincón os vais a topar con la antigua Casa Zabala que ahora alberga la Fundación Antonio Saura, uno de los muchos museos que hay en la ciudad, y que parece que esta fuera de las rutas por Cuenca donde hay museos incluidos.Os recomiendo que paséis y que veáis la colección que hay en ella y las exposiciones de turno. De la Fundación Antonio Saura os hablaré en una posterior entrada, se merece un trato mucho mejor que solo dedicarle unas líneas. Una vez pasado el museo si seguís recto os encontraréis unas escaleras que os llevarán a la Plaza de San Nicolás, una plaza de ensueño, con una fuente con leyenda en un entorno precioso. Con el buen tiempo un restaurante pone allí una terraza para poder comer y cenar en esta bella plaza. Es buen sitio para sentarte y descansar de nuestro paseo, de descansar y de irte a tomar algo a alguno de los bares de la Plaza Mayor o la Calle de San Pedro, porque nuestro paseo finaliza aquí.

Las mejores rutas por Cuenca: las más inesperadas.

Hoy os he llevado de paseo por un camino que muy poca gente suele hacer, es muy raro ver a turistas por estas calles, sin embargo en la calle de San Pedro que es paralela a nuestra ruta sí que abundan los visitantes. Pero lo bonito es explorar; animaos a descubrir las callejuelas del Casco viejo de Cuenca, y si es por la noche, más bonito. Espero que sigáis mi consejo y si venís a visitar Cuenca hagáis este pequeño paseo que os recomiendo. Las rutas por Cuenca son infinitas….otro día haremos otra.

Hasta la próxima.