Uno de los pilares del Turismo en Cuenca: El Patrimonio
Religioso.
La verdad es que cuando voy para el Casco antiguo de la ciudad (normalmente en fin de semana) para hacer las fotos para estas entradas y me encuentro con todos los monumentos cerrados me da mucha rabia: Porque normalmente cuando voy a comprobar si está abierta la iglesia, suelen estar a mi lado unos cuantos turistas deseosos de pasar a verla, pero que se llevan un chasco al no poder hacerlo.
Es una de las asignaturas pendientes para pegar un pequeño empujoncito más al Turismo en Cuenca; tener abierto lo que puedes enseñar al mundo. Hoy vamos haciendo el recorrido por el patrimonio religioso que esconden las calles de la ciudad de Cuenca. Vamos con dos iglesias muy bonitas y otra completamente olvidada y abandonada. Comencemos:
“Al Fresco” a Orillas del Júcar: La Iglesia de La Virgen de la Luz.
Esta Iglesia se encuentra situada en la parte baja de la ciudad, cruzando el puente sobre el Rio Júcar: La vais a encontrar muy fácilmente, su color teja anaranjado la delata. La Iglesia de la Virgen de La Luz está enclavada en el popular barrio conquense de San Antón, así que también a este templo se le llama “Iglesia de San Antón”.
Lo primero que hay que ver es que esta iglesia tiene dos puertas, la que no se utiliza es una portada plateresca, por lo visto perteneciente al antiguo Convento que había siglos atrás anexo al templo. Los orígenes de la Iglesia de la Virgen de la Luz son del Siglo XVI pero casi todo lo que se ve es del XVIII, remodelada por el arquitecto José Martín de Aldehuela y dejándola por dentro decorada al estilo rococó.
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Cuando paséis os daréis cuenta enseguida de su estilo, los frescos del techo y paredes decoran de maravilla a la morada de la patrona de la ciudad de Cuenca, la Virgen de la Luz, que preside el altar mayor el templo. También esta iglesia es un pequeño museo de la Semana Santa de Cuenca, ya que aquí descansan durante el año la mayoría de pasos que desfilan el Jueves Santo por la Tarde noche por las calles conquenses, y La Virgen de las Angustias que desfila el Viernes Santo.
No dejéis de contemplar los pasos, tallados por los imagineros más importantes de nuestro país en el Siglo XX. Los frescos necesitan un pelín de restauración, pero merece la pena alzar la vista hacia arriba y quedarte apreciando las pinturas del techo y paredes, que según los entendidos, Martín de Aldehuela quiso plasmar el rococó francés que hacía poco había visto con sus propias retinas.
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Olvidada y Abandonada: La Iglesia de San Martín.
Digo Iglesia por decir algo; la Iglesia de San Martín realmente ya son los restos de un edificio románico que está en manos privadas y por lo tanto no se puede visitar, pero si nos damos una vuelta por las callejuelas del Barrio al que da nombre este templo, sí que podemos contemplar el ábside de lo que era el templo, y si aún nos fijamos un poquito más, podemos ver hasta las marcas que el maestro cantero hizo cuando construyó el edificio.
Podemos ver un poco más de esta iglesia desde las escaleras del barrio de San Martín que nos llevan a la Plaza Mayor de la ciudad (ya hicimos este ruta en otra entrada anterior). Los restos del templo que podemos observar son los de una iglesia románica remodelada en el Siglo XVI, pero merece la pena pasearse por el Barrio y en una callejuela encontrarte con este trozo de patrimonio perdido, que seguramente lucia esplendorosamente en su tiempo y que ahora, lleno de pintadas, ha pasado al anonimato. Yo os animo a que descubráis estos trocitos de patrimonio que hacen que el turismo en Cuenca no solo sean grandes monumentos y sobrecogedores paisajes.
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La Belleza está en el Interior: La Iglesia de San Felipe.
No os dejéis engañar por las apariencias. El muro desnudo de la Iglesia que hay junto enfrente del aparcamiento donde comienza la calle Alfonso VIII de Cuenca y al cual se accede por unas escalinatas no os dirá mucho, posiblemente si encontráis la puerta abierta templo no os picará la curiosidad de entrar a verlo: Pues sería un grave error: Os vais a encontrar con una joya barroca conquense impresionante, para mi gusto de las iglesias más bonitas de Cuenca y que ha tenido la suerte de ser restaurada.
El edificio, obra también de Martín de Aldehuela en el Siglo XVIII (Cuanto le debe el patrimonio conquense a este gran señor) está construido sobre una cripta, es de una sola nave y su decoración rococó abunda en las cornisas capiteles y pilastras de la Iglesia.
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El templo tiene pequeñas capillas y sobre ellas hay unas tribunas. Hay una capilla de mayores dimensiones; La capilla de las Angustias, de trazado elíptico y con pinturas al fresco en la cúpula de este espacio. Os recomiendo que disfrutéis de la Iglesia con calma, normalmente el templo se abre un rato por las tardes a las 18:30 para dar misa y los domingos a las 11 y a la una del mediodía (el resto del tiempo está cerrada al público, una pena), Observad los detalles de la decoración del templo, merece la pena.
Cuando salgáis de la iglesia y bajéis por las escalinatas (muy importantes en la Semana Santa de Cuenca, ya que justo aquí se paran los pasos que desfilan por la ciudad estos y días y se les canta el Miserere de Cuenca o el Stábat Mater a las Vírgenes), rodead la iglesia bajando por las escaleras que quedan a la derecha; ahí os encontraréis con la entrada a la cripta, con una portada que está pidiendo a gritos que la restauren, pero que aun así sin restaurar merece la pena ser contemplada.
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Tres Joyas poco visitadas.
Las tres Iglesias de las que os he hablado hoy tienen pocas visitas. El itinerario del turismo en Cuenca, o las tiene apartadas de ruta o aun estando en la calle principal de la gran arteria del casco histórico el monumento está cerrado. Yo os propongo que cuando vengáis a visitar Cuenca próximamente busquéis estas tres joyas, os va a merecer la pena el esfuerzo. En posteriores entradas seguiré destapando más trocitos de patrimonio religioso que esconde la ciudad de Cuenca. Espero que las fotos os animen para visitar estos monumentos. Hasta pronto.
Eduardo, no sé si conoces… supongo que sí, la página que hemos hecho al hilo de la de Historia de Cuenca. Se llama S.O.S. Patrimonio Conquense. De ahí ha surgido una asociación sin ánimo de lucro, con el mismo nombre, que tenemos ya registrada.
Perseguimos varios fines con ella: poner en valor social el patrimonio cultural y paisajístico de la provincia de Cuenca. Y denunciar ante las administraciones la dejadez, abandono, y mal uso que se haga del mismo.
Lo digo porque has hablado en este post de la cripta de la Iglesia de Medinaceli, o de los Oblatos. Efectivamente necesita una restauración, y creo que las administraciones deberían saberlo.
Si te interesa unirte a la Asociación, o quieres ver la página, puedes darte una vuelta por ella. El blog lo pondremos en marcha poco a poco.